Mi Socorro Viene de Jehová
- Pastor/Dr. Antonio Florido Camacho

- 1 ago
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Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
(Salmo 121:1-2, RVR60)
En medio del cansancio, los retos diarios, la ansiedad por el futuro o la carga emocional que muchas veces llevamos en silencio, el Salmo 121 se levanta como una voz de esperanza que nos recuerda que no estamos solos.
El salmista comienza con una pregunta honesta:
“¿De dónde vendrá mi socorro?”
¿Cuántas veces hemos mirado a nuestro alrededor esperando que algo o alguien nos rescate?
¿Cuántas veces hemos sentido que nuestra ayuda está lejos o simplemente no llega?
Pero inmediatamente después, viene la respuesta que transforma todo:
“Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.”
No viene del hombre.
No viene del gobierno.
No viene de los recursos naturales.
Viene de Dios mismo, el Creador del universo, el que sostiene todo con su palabra, el que nunca pierde el control.
Dios es tu Guardián Constante
El resto del salmo es una poderosa declaración de protección divina:
Versículo 3-4: “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.”
Mientras nosotros dormimos, Dios vela.
Nunca se cansa.
Nunca se distrae.
Nunca deja su puesto como nuestro protector.
Versículo 5: “Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.”
Dios está cerca.
No es un guardián lejano, sino una sombra protectora, alguien que está justo a nuestro lado en cada paso.
Versículo 6: “El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.”
Él cuida tu cuerpo, tu mente y tu alma en todo momento. Día y noche, en lo visible y lo invisible, Él está activo protegiéndote.
Versículos 7-8: “Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.”
Esta es una promesa eterna.
Desde que sales hasta que entras, desde el inicio de tus planes hasta su cumplimiento, Dios te cubre.
Aplicación para tu Vida:
Hoy te invito a levantar tu mirada.
Deja de enfocarte en las montañas de problemas, y comienza a mirar al Dios que está sobre todo monte.
✔️ No pongas tu esperanza en las circunstancias.
✔️ No temas al futuro.
✔️ No vivas como si estuvieras desprotegido.
Tú tienes un guardián eterno, Jehová, tu socorro fiel.
Oración:
Amado Padre celestial, hoy levanto mis ojos a Ti.
Reconozco que mi ayuda, mi fuerza y mi esperanza vienen de Ti y no de los hombres.
Gracias por ser mi guardador constante, mi sombra protectora, mi refugio seguro.
Aunque el mundo cambie, Tú no cambias.
Aunque mis fuerzas se agoten, Tú no te cansas.
Hoy descanso en la certeza de que estás conmigo, me guardas y me sostienes.
En el nombre de Jesús, amén.
Desafío del Día:
Haz una lista de todas las formas en que Dios te ha guardado hasta ahora.
Luego, léela en voz alta como un recordatorio de que si Él te ha guardado antes, lo seguirá haciendo hoy y siempre.
Por: Pastor/Dr. Antonio Florido







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