No ignore el llamado de Dios

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. - Jeremías 33:3

Dios no deja de hablar.

A veces lo hace en la quietud de la madrugada, otras en medio del bullicio del día.

A veces lo oímos en una predicación, en una canción, en una palabra oportuna de alguien, o incluso en el silencio que incomoda.

El punto es que Dios llama.

Y cuando lo hace, espera una respuesta.

Ignorar el llamado de Dios es como silenciar una alarma que busca salvarnos de algo urgente.

Puede que pensemos que no es el momento, que no estamos listos, que no somos dignos… pero el llamado de Dios no se basa en nuestras capacidades, sino en su propósito eterno.

Él no llama a los capacitados; capacita a los que llama.

Dios te llama a una relación más profunda con Él, a un compromiso mayor, a servir, a sanar, a dejar atrás lo que estorba.

Y cuando lo hace, no es para quitarte, sino para darte vida en abundancia.

No ignores su voz.

Responde con fe, aunque no entiendas todo.

Porque detrás de su llamado hay una misión que solo tú puedes cumplir.

Ya no sigas huyendo de las manos del Señor.

Por qué hay una mesa servida con tu nombre pero solo tú puedes tomar ese lugar.

Dios los bendiga los amo familia

Escrito por: Roberto Jordan